El personal la verdad que era muy agradable, pero no sé podía descansar nada ni de día ni de noche, ni nevera, ni persiana, ni aire acondicionado y suerte que nos cogió mal tiempo por que el sol entra directo por la ventana y las paredes son de papel se escucha absolutamente todo, todo el rato haciendo ruido con las puertas, las camareras de pisos venían antes de las 12 demasiado temprano a esa hora en un sitio donde no hay nada y el último día una entró mientras estaba en la ducha por que vio salir a mi pareja de la habitación... Si al menos tubiese persianas, nevera y un ventilador podría cobrar lo que cobra sino volveré solo para comer en su bar, la verdad.